Os veo ahora, Valentina y Nicolás, dos niños que estáis aprendiendo a caminar por la vida, vais al colegio, jugáis, aprendéis, soñáis en presente sin importaros el futuro, dibujando un pasado, escribiendo esa inocencia vuestra en las blancas paredes que se ira, la inocencia, en el suspiro del tiempo. Cuando los años hayan caminado con el tiempo...