La ambición, la codicia, el engaño la testadura convicción de su ego, habita en su alma, recorriendo su cuerpo, como un ejército de hormigas carpinteras, cubriéndose del amable narcisismo, como el sin techo se conforma con los despojos que recogen de quien les desprecia.   Sus convicciones son tercas, sus dudas cobardes, cuando esta aparecen, las transforman en...

  No me pidas que me vaya, que renuncie a tus suspiros, a tus besos de buenos días a los abrazos de las noches, a tus cantinelas de todos los días.   Si pudiera, atraparía nuestro amor en un invernadero de cristal para que se convirtiera en mariposas que fueran de flor en flor dejándolos el polen de nuestro amor.   No me...