Cuando besas te confiesas cambiando miedos por ilusiones, con la moneda de las promesas en los labios que besas.   Las dudas desgastas arañando los remordimientos en la espera que esperas mientras mordisqueas el deseo de una ilusión de ese instante eterno.   Te estremeces con el calor de ese beso que transforma el miedo en duende, haciendo que otros besos sigan la senda del primero para...