Al oír tu tierna voz su huella me cautiva y un silencioso entusiasmo se postra en el pensamiento palpitando el corazón al sombrear tu nombre la memoria.   El susurro de tu voz se semeja a la sonora hablilla de la persistente lluvia sobre el patinado cristal que tu rostro refleja la languidez del día.   Hoy en tu voz vagas melodías...