Cabalgan los latidos de un corazón que se desvanece en el otoño de un calendario extenuado, que al volver la vista asoma el sol en el fatigoso horizonte, languideciendo en el recuerdo.   Ella, es ese atardecer plomizo abrumada de evocaciones se vuelve hacia su reflejo buscando la voz de su mirada…   porque no puede sentir la brisa de ese beso prendido en su...