La mirada se pierde en los campos plagados de hojas arrugadas y vainas envejecidas tras la cruzada de galernas y vendavales, de lluviosos amaneceres.   Ese otoño mohíno donde los erizos rizos abren sus vientres mostrándonos a sus hijos las rollizas castañas.   Ese otoño donde el viento levanta la estriada hojarasca de esos árboles cansados, en un vaivén donde giran y...