En los ajados pastizales, soñolientos, de una vida ajada el enojo estalla y la duda reanuda su pastoreo en los húmedos pastizales de la impotencia, comenzando el pensamiento a clasificar los sentimientos; esas voces que se aferran a tu mente confusa esculpiendo los rostros queridos, odiados, por ti, por mi, que nos hacen descender a los infiernos o ascender a esos cielos donde la vida es un sueño.   Las...