En la luz sin forma, ni color definido, el día viaja deleitándose, con su atemporal cadencia, donde las sombras aparecen reclamando sus formas, desapareciendo tras sus mascaras en el alba del amanecer, comenzando las figuras que dibujan sombras en la transparencia de la luz a avivar ilusiones y esperanzas que puedan formar decepciones en ese absurdo futuro de sombras y transparencias y luces sin fondo, donde las creencias son simples percepciones en las...