Ahora, que la vestía coronada esta siendo derrotada, con el sosiego de un encierro y las voces queridas, caídas en la distancia que separa. Aniquilando su misterio eleva las manos al cielo separa las plúmbicas nubes y convence al viento con las palabras de tu mirada, para que sople la tibia brisa de primavera sobre el alma de este...