Bajo la bóveda de cristal de la baldía soledad el anquilosado sueño imagina en halo como unos labios húmedos diseccionan cuidadosamente el alma de unos susurros que iluminan el cerco del rostro olvidado de aquel amanecer desmenuzado en los encendidos atardeceres.   En este momento en que el sueño juega a ser una realidad, me gustaría recuperar el denuedo de aquel tiempo y luego...