Llevo gravado el reflejo de tu recortada imagen, en el lívido cristal de la fulgente mirada y el latido atemperado del rozado corazón se desvanece en el suspiro de una pasión añorada en la memoria.   Dentro de mi alma los tenues matices; de tú sonrisa, de tú mirada, llenan de alegría la esperanza de un deseo en la realidad de un sueño.   El fresco...