EL DISCURSO DEL SILENCIO

En ese lugar para contemplar,

donde escenificamos

los ditirambos del destino,

que es el teatro griego de nuestra vida,

donde vive y ama

el fantasma del silencio,

te enfrentas al reflejo

de tu propio yo

prestando atención al discurso

  del fantasma del silencio.

Cuando nos invade la calma yerta

animando la inmovilidad

y en nuestra alma

no hay inquietud ni ansiedad,

y solo queremos escuchar una voz

para renovar lo que quiero

sin importar lo que veo.

 

Entonces surge

en el frío escenario

del teatro griego de nuestra vida

el fantasma del silencio

evocando

la ceremonia dramática

de un monólogo sin voz

con palabras mudas

dirigido al único espectador de la platea

que eres tú.

Un sombrío frío te invade

al escuchar las palabras

de un discurso plano

libre de sentimientos,

y las palabras vacías

se sienten

como dagas ardientes,

tatuando el silencio en la mente.

El mensaje

que dejan las sombras

de las palabras

del fantasma del silencio

arrastradas por el viento

alimentan la ternura

que llevas dentro

volviendo a ser por un momento

quien eres

en el teatro griego de la vida.


 

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10 Comments
  • Ana Centellas
    Posted at 07:38h, 30 junio

    ¡Me encanta! ???

  • juanmiguelesteban
    Posted at 11:47h, 30 junio

    muy bueno, en este te has salido, se me agolpen las cosas por leer, voy con retraso, pero este poema es muy bueno

    • pippobunorrotri
      Posted at 13:55h, 30 junio

      Muchas gracias,buen fin de semana

  • pabellondelvacio
    Posted at 14:13h, 30 junio

    Interesante ese diálogo con tu silencio solitario.
    Los silencios con los demás a veces parecen más distantes o vacíos.

  • Jonathan V.
    Posted at 17:46h, 30 junio

    Elegante…

  • chicobonanza
    Posted at 00:34h, 01 julio

    Güau! Gracias