LA MAÑANA PASA, LA TARDE LLEGA

Al balcón se asoma la tarde

a ver pasar la procesión

del perdón de la mañana

y en el estruendo

de sus tambores y trompetas

deja los sin sabores

de una mañana

que ya es mañana.

 

Vestida con la túnica blanca

en la aurora

en que nació tiritando

pasa la mañana

que ahora se va

sudorosa y desaliñada

a encontrarse con su enamorado,

la tarde, esa que su desilusión

exhibe como bandera

de su reino trepidante.

 

Los dos de la mano

se precipitan, por la escalera

de las horas de la noche

voluptuosa,

en busca del tesoro

de unos cuerpos

en la nocturnidad

de la noche

para castigar

su carne alegre

en la clandestinidad

del sueño.

 

Pippo Bunorrotri.

 

2 Comments
  • KativaWorks
    Posted at 08:23h, 13 mayo

    Genial!!!

    • admin
      Posted at 13:16h, 13 mayo

      Muchas gracias ?