Déjame reposar, aflojar los músculos de este corazón herido, para poner a dormitar el alma dolida, para poder hablar en la mesura de la calma, para poder recordar esos días, los más largos de mi tiempo, donde prendo fuego a la distancia del olvido.   Déjame navegar en el deseo de la mente ahora que la histeria se ha desvanecido, porque...