10 Mar LOS SUSURROS DE LOS POETAS MUERTOS (Henry David Thoreau)
LA LUNA
La luna es un lucero lleno de rayos inalterados
Se acumulan en el cielo del este,
No destinada a estas noches cortas para siempre,
Pero brilla constantemente.
Ella no se apaga, pero, para mi fortuna
La que sus rayos no bendicen,
Mi camino descarriado declina rápidamente,
Sin embargo, ella no brilla menos.
Y si ella débilmente brilla aquí,
y su luz palidece,
Sin embargo, todos los días en su propia esfera
Ella es dueña de la noche.
TODAS LAS COSAS SE ENCUENTRAN EN CURSO.
En el suelo terrenal,
Los espíritus y los elementos
Tienen sus caídas.
La noche y el día, año tras año,
Altas y bajas, cerca y lejos
Estos son nuestros propios aspectos,
Estos son nuestros propios remordimientos.
Los dioses de la tierra,
Que permanecen para siempre,
Los veo en lejanos promontorios,
Extendiéndose a ambos lados;
Escucho los sonidos de una noche dulce
Desde su terreno indestructible;
Engañándome nada más con el tiempo,
Llévame a tu clima.
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