23 Ago UN DÍA
Un día,
mis dedos rozaron tus manos.
Despertando mí… ¡Sentir!
Entonces.
Aprecie que tu mano.
es mi caricia.
Aprecie que tu sueño
es mi sueño.
Aprecie que tu mirada
es mi descanso.
Aprecie que tu nombre
es mi canción.
Aprecie que tu boca
es mi refugio.
Aprecie que tú esencia
es mi regalo.
En aquel momento
sentí que existes,
sentí que existo,
sentí que vivo
para amarte.
Por eso,
escribo deseos,
en tu rostro.
El placer,
será mi libro
para soñar.
En las páginas,
de ese sueño,
recorreré
tu alma
secuestrando tu amor.
No habrá rescate.
Solo pasión.
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