Hablas a la mente acariciando el pasado en los surcos del presente donde ruge la tormenta del efímero futuro; hijo del pasado y presente engendrado en el lecho del amor propio, donde amas a tu sueño besando a la incertidumbre, acariciando el miedo, que el “prioste” de la realidad te muestra severo, sin saber que esta devora tu sueño dejando...