Atrapado en el brillante silencio de las tardes demoradas donde la mirada se arruga al ver en el horizonte el majestuoso trote del caballo blanco de esas emociones que hacen crecer sentimientos sin sombras que engendran juegos congelados en el cuadrante de un día con su noche.   Emociones que rodean a la aurora boreal de una realidad que vaga, como bohemio...