No hay amor sin entusiasmo, donde la complicidad es una mirada de gozo. No hay lagrimas sin dolor. No hay llantos sin emoción. No hay agitación sin suspiros No hay soledad sin silencios. No hay noches sin día. No hay mar sin vida… Ni decepción sin enojo. Ni verdad sin mentira. Ni mentira sin verdad. Ni realidad sin...