Sentado en el rincón, del tranquilo jardín del tiempo quieto, donde los sueños juegan a ser historias y las historias se vuelven en versos sueltos de la memoria de una vida, contemplo fascinado tu pelo rojo ensortijado, batiendo en la brisa de este atardecer pajizo, donde la mirada de tus ojos color avellana, se pierden en el océano de una sonrisa sincera que...