Mi alma se abre como una margarita ante el roció del amanecer al escuchar el sonido de tu voz, amor, acariciándome con su brisa.   Tu voz golpea mis sentidos, afirma mi firmeza, me vuelve cálido y frágil, mis batallas vence, mis derrotas acepta, mis perdones firma, mis arrepentimientos confirma, me lleva al infinito y del infierno me rescata.   Tu voz me...