En la bóveda celeste del intelecto ondea el juicio con su propósito, despojado de sus sombras, aletargándose el designio en la tranquila brisa de unos recuerdos que diluyen sus formas en ese infinito de tiernas sinfonías que envuelven el olvido.   Lagrimas de arena brotan en el manantial de los ojos que traen la memoria de una infancia que ha...