En algún punto de la gran muralla, inacabada, de la vida esta la puerta arqueada que tapiasteis con tus lagrimas. Aquel portón tras la que encerraste la sombra implacable del pareado soneto de todo tu destino.   Solo es una puerta clausurada conde lo imposible lentamente rotula el nombre de la melodía de tú ayer, en el odio del presente.   Es posible, que sea el final de un...