Hay amaneceres sin sentido, en los que el sol se muestra despistado y la depravada luna se desnuda entre las nubes.   Hay amaneceres sin sensaciones, que buscan emociones en los minutos de unas horas que desapercibidas pasan sin apenas presentarse y se van con inútiles despedidas dejando conflictos en la razón, esa que se justifica dejando su testimonio.   Hay amaneceres sin sueños inútiles que se...