El viento del tiempo se cuela entre las gastadas hojas del diario de las horas de mi vida aireando los grises miedos y los insomnes sueños de un alma que persigue fantasmas.   Mi adolescencia brota como volcán efervescente donde mi corazón no conocía los miedos que mi rostro mostraba, palpitando, como caballo desbocado hacia una adolescencia inquieta y sin freno, olvidándose del pasado para disfrutar...