La oscura figura con la espada en la mano trota en el súbito horizonte que se divisa en la lejanía floreciendo en la mirada secando las gotas de la hora, anulando la garganta, corriendo por la ladera de la frente, escondiéndose el pensamiento en el espeso bosque de la memoria, burlando el tiempo que se sacude en el estremecer del cuerpo, rasgando...