La pulida luna cuelga en el perfecto horizonte del palpitante bostezo un mar sosegado, y los pensamientos ya han despertado en la temprana luz de la mañana.   No dicen nada salen a la calle con su sombrero y su mochila, trastabillada en el hombro, haber que pasa en los momentos de un día ilusionado.   Lentamente camina contando los pasos de esa temprana mañana olvidando...