Si tú mirada descansara en el escaño de mí mirada… si mis ojos acariciaran la sonrisa de tú rostro… si tus ojos dibujasen un gesto en mi boca… seguiría soñando con la elegancia de tú cuerpo, con la gracia de tú rostro, con la finura de tú pasión, con la gallardía de nuestro deseo, dejando que en el horizonte se escribiese el verso de ese sublime instante en que...