En las noches sin dormir, yaciendo en la almohada fluye esa realidad sin retorno en la que no soy yo sino la realidad de una existencia donde los temores son las tormentas de una vida cubierta de polvo, lluvia y barro, donde los miedos desempolvan sus batallas.   En las noches sin dormir bajo el sudario del desasosiego fluye de nuevo esas imágenes que dejan lágrimas suspiros...