Confiaba en tu amor, que del mío, seguro estaba. Mi sombra desvelada siguió tu silueta y mi figura abraza a tu sombra. Y en ese juego de figuras y sombras, de siluetas y formas indefinidas, la inquietud tempranera se detuvo en el umbral del portón de nuestro suspiro y en el descampado de la mirada con mesura...