Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?
¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora
de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra
y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

3 Comments
  • KOBO73
    Posted at 19:27h, 07 enero

    ¡ Gran soneto, me ha encantado!

  • Febo
    Posted at 14:43h, 08 enero

    Alguna vez leí por ahí que JLB dijo todo lo que había para decir…creo que con cada día que pasa, confirmo ese axioma.