UNA PARTIDA DE AJEDREZ

 
I
Dos nobles caballeros se enfrentan,
jugadores de la inteligencia son,
con los colores de su noble causa
blanco uno, negro el otro,
blanco y negro, negro y blanco
ondeando al viento
en la batalla del silencio.
Un tablero cuadrado
de ocho partes por lado
es su campo de batalla.
Larga es la batalla
que dura hasta el alba
pues la honra defienden
que el jaque mate
es su condena.
 
II
En el tablero cuadrado,
que es el campo de batalla,
sesenta y cuatro casillas,
como villas,
mitad blancas, mitad negras,
se dibujan en su planicie
formando el damero de la discordia,
con sus treinta y dos piezas
dieciséis blancas,
dieciséis negras,
que representa a su bandera
participan en esta batalla
sin ciudad,
ni villa,
ni reino que defiendan.
 
III
En esta batalla la inteligencia es la espada
escudo la estrategia
rigen normas, reglas y leyes
que rigor da a esta
entre caballeros,
que su honor y estima defienden
donde la nobleza es su blasón
y el odio un simple bufón,
pues entre caballeros
hallase solo respeto y honor.
Cuando la batalla haya concluido
el rito aun no habrá terminado
pues en la mente de los caballeros,
jugadores, ella perdurara
repasando aciertos y errores.
 
IV
Ya los jugadores, nobles caballeros
de la estrategia y la aritmética
sentados frente a frente
sus piezas alineadas están
como ejercito pretoriano
ocho picaros peones
pequeños y activos
en la segunda fila,
aunque es la primera
en entrar en acción
miran solemnes
el campo de batalla
esperando la orden de avanzar
pues esa es su misión
progresar y morir.
 
V
En la primera fila, tras los picaros peones
se sitúan las piezas más preciadas
de esta singular batalla,
dos torres en los extremos vigilan la batalla
avanzando en vertical u horizontal
asegurando posiciones, qué victoria darán,
a su lado dos caballos sin silla
dispuestos a saltar en zic-zac,
en el momento preciso,
dos alfiles consejeros de la reina y del rey
con su sesgo de  nuncios cardenales,
ellos, como los otros, saben escabullirse
en el fulgor de la trifulca
repartiendo hostias y bendiciones
a su manera.
VI
Una reina ufana,
caprichosa y altiva
como debe ser
pues ella se sabe
pieza importante de esta contienda,
participa sin miedo en la batalla
pues sabe luchar y retroceder
cuando es menester
pues morir no es solución
si no es para vencer,
a su lado está el tenue rey
ese al que hay que proteger,
pues la batalla termina
cuando el inca el pie
y herido de muerte cae.
 
VII
Ya la batalla ha comenzado,
ya el tiempo parado
corre sobre el tablero cuadrado,
el centro d4, c4; d5, e5,
es el primer objetivo
quien antes lo alcance
algo habrá ganado,
pues su rey no será atacado.
Las blancas se adelantan
con una apertura Española
y las negras, tranquilas
con la misma responden
la batalla en segundos
se precipita.. tanto
que ni el tiempo respira.
 
VIII
Caballos sin silla se adelantan
saltando sobre los picaros peones
que le protegen de audacia
colocándose a su espalda
a la vez que le abren brecha
a los alfiles cardenales
para que se adelanten
hasta las casillas centrales
para parlamentar sin voz
en estos movimientos
algún pícaro peón
su vida deja
pues esa es su misión
por ser pícaro, pequeño
llano y sin galón.
 
IX
Una veintena de movimientos
se han sucedido en un tiempo
en que el tiempo no es tiempo
donde la estrategia es osadía medida
pues solo uno y otro contrincante
ganar posición pretendía.
El tiempo se detiene
y su sombra, como oscura nube
cubre el campo de batalla,
el silencio es sepulcral
se miran, esperan y analizan
por donde atacar,
la reina blanca sin miedo
decide entrar en batalla
para defender a su rey.
 
X
La disputa continua
y el tiempo cansado pasa
en ese cuadrado campo de batalla
donde las piezas se mueven
siguiendo estrategias
de las manos que las mueve,
dos nobles caballeros
jugadores del intelecto
son rehenes del tiempo,
de la quimera, del pensar
de las negras noches
de  los blancos días
pues en sus manos
y en su mente esta
la victoria o la derrota.
 
XI
La vida en un tablero de ajedrez se dirime
donde los días son blancos, grises y sin color
donde las noches todo es oscuridad y aflicción
donde los sueños un día son blancos y otro negros son
donde el destino mueve s los hombres
como peones, caballos, alfiles, torres, reinas y reyes
sin orden ni registro, a su capricho,
ya que el destino es infinito
como lo es una partida de ajedrez.

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11 Comments
  • lucesysombras
    Posted at 06:36h, 05 junio

    ?

  • danteverne
    Posted at 16:58h, 05 junio

    Me han encantado los caballeros «rehenes del tiempo». ¡Enhorabuena!

  • juanmiguelesteban
    Posted at 22:21h, 05 junio

    muy bueno, y muy trabajado, veo un trabajo tremendo, y te imagino abstraído en un damero. enhorabuena

    • pippobunorrotri
      Posted at 23:15h, 05 junio

      ES CIERTO QUERIDO AMIGO PERO EN PARTE ME SENTIA EN DEUDA CON EL AJEDREZ YA QUE HA SIDO UNO DE MIS AMORES DE JUVENTUD Y AL QUE ACUDO DE VEZ EN CUANDO PARA EVADIRME . GRACIAS Y UN SALUDIO

      • juanmiguelesteban
        Posted at 23:17h, 05 junio

        el mio tambien, me encanta el ajedrez aunque hace mucho tiempo que no juego,

  • Marijose Luque Fernández
    Posted at 07:10h, 06 junio

    Tremenda genialidad plasmando en tus letras una partida de ajedrez. Inteligencia y paciencia hay que tener y sin duda las plasmas muy bien. Buen día

    • pippobunorrotri
      Posted at 11:16h, 06 junio

      MUCHAS GRACIAS, EL AJEDREZ ES UNO DE MIS AMORES DE JUVENTUD QUE HAN PERDURAN…

      • WWW.SЕХУ.КННТDQ.ХУZ
        Posted at 11:01h, 11 junio

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    • WWW.SЕХУ.LЕАХ.ХУZ
      Posted at 11:01h, 11 junio

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