Tú ya sabes que el amor se vuelve indiferente de tanto gastarlo, de tanto usarlo en medias verdades.   Cuando el adiós asoma en lo alto de la colina desbastada por el fuego del tiempo distante, es vital revivir las brasas de ese fuego sin llamas. Desesperado incas las rodillas en la tierra húmeda por las lagrimas pegando el rostro al suelo insuflando el ultimo...