La diosa del amanecer cubre con su manto, ese universo de espectros danzantes, de dioses vikingos, señores de la fantasía en la inesperada noche en que las atemorizadas estrellas se esconden entre las flotantes nubes y la luna no se presenta desertando de su trono.     Noche que finta misterios. Noche de quietas soledades. Noches del crujir...