En el laberinto de noches sin sueño un silencio reservado con brisa templada te ayuda a encontrar ese pensamiento escondido en los arbustos del barranco de la sospecha, donde el apodíctico cuestiona el sentir del alma mutilada en el devenir de las horas muertas y el misterio que la oscuridad envuelve en su enfaldo se vislumbra en el reflejo mudo del tímido titubeo del...