Abro los ojos ante el espejo de la mañana y el silencioso reflejo de un alma temblequeada derrite con su mirada el entre-sueño de la noche, donde la olas de un océano van y vienen, vienen y van en el aliento de un suspiro; que persigue pensamientos, que alimenta sentimientos, describiendo pasiones de una vida llena de laderas y camino empinados que no tienen destino perdiéndose en el laberinto de sus consideraciones.   Pippo...