Moriré solo en la trivialidad de un día, sin la razón de una causa que lo justifique, amortajado en la compasión de un Zendale descansare, entonces, en el enguantado ataúd de las horas definidas donde, lagrimas y lamentos despiden el tiempo.   El amor llora a solas con la cara en la almohada a la muerte del amado, la muerte, la muerte ese termino de...