Caminaba bajo la lluvia, inclinado sobre mi ovillo y encogido en el repeluzno, hacia el encuentro con tu sombra, y en el destello de una gota vi tu reflejo, de la misma manera que aquella primavera en que mi mirada tallaba tu figura.   Me senté en el banco que guarda nuestro recuerdo, ese que las sombras de los arboles paraguas...