El silencio del verano cabalga en la lejanía recorriendo los claroscuros en las horas pasajeras de los días llevaderos para al final adentrarse en los jardines de los palacios, posando suave su denso cansancio en el cabildo de la meditación.   El verano se mueve, lentamente, en la torpedad de los minutos, con sus calientes horas y su viscosa melancolía se acurruca en la...