Muero en el pasaje de un corrido día dejando que se valla en el alegre aleteo de una gaviota que borra la luz de mi mirada.   Mis pensamientos se quedan amordazados en el póstumo suspiro de ese instante delatado en la tregua de una lagrima del segundo sin lamento.   Los sueños, mueren cada noche y su dicha en el aquí o allá de un...