En el perpetuo sueño perdido se ha quedado el amor infinito de la melodía del ahora. Donde la pasión nunca se apaga, siempre queda el resquicio avivado de una candente brasa, despertando en la soledad las sombras solitarias de dos cuerpos pegados en el sol  centelleante de un mañana que se fue en el ayer infinito del pesar sentido, que se levanta ente la evocación de...