Entre las vetustas hojas pajizas de un viejo diario, arañado por el tiempo de los instantes, encontré esos gestos escondidos que delatan caricias de ternura en el requiebro de esos instantes contados en momentos irrepetibles por el amor sentido, que dibujan la armonía de un corazón desbordado que llena el alma.   Ahora que el tiempo ha pasado dejando...