25 Nov EL HECHIZO DEL SUEÑO
Donde los mares sin luna deplora
y las olas son líneas dibujadas
en la arena de una playa sin playa,
donde el sol ya no quema
ni las estrellas iluminan,
ella duerme el hechizo del sueño
del que no despertara.
Guiada por un vagabundo suspiro
ella se dejo llevar de la mano
desde la ciudad de la luz,
buscando el deleite
que el destino le negó,
hasta la metrópoli
donde la luz no ilumina,
donde las sombras
reposan sin gemido.
Ella partió en el atardecer del verano
dejando su albufera con el arroz a medio florecer,
dejando su huerta florida
y a través de las tinieblas de su sueño
observo el cielo azul
que tantos días le cobijo
escuchando el triste llanto
de sus seres amados.
Se fue sin nada, desnuda,
como había venido a la vida,
dejando su mochila de recuerdos,
de añoranzas, de ilusiones,
pasiones y desatinos,
cambiando la vida
por un sueño eterno.
Descansa, descansa
guerrera de tu sino,
que ahora los arrozales
de tu albufera no veras florecer,
que la lluvia de primavera
no mojara tu frágil cuerpo,
ni el sol, tu torso quemara,
ni oirás el canto
de las olas de tu mar mediterráneo.
Descansa, descansa,
hasta que el recuerdo del tiempo muera
y duerme ese sueño
en el que el dolor
no es dolor
sino paz completa.
Pippo Bunorrotri.
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