DÉJAME

Déjame reposar,

aflojar los músculos

de este corazón herido,

para poner a dormitar

el alma dolida,

para poder hablar

en la mesura de la calma,

para poder recordar esos días,

los más largos de mi tiempo,

donde prendo fuego

a la distancia

del olvido.

 

Déjame navegar en el deseo

de la mente ahora que

la histeria se ha desvanecido,

porque la vida

es la sonrisa de la muerte,

la vida nace en un bostezo

que es el puchero de un llanto,

es la fogata de la soledad,

las brasas del silencio,

es el aullido solitario

que vive sin sombra

ni luz en el vacío.

 

Déjame navegar en el deseo

de la mente ahora que

la histeria se ha desvanecido

y el dolor disipado

en la sombra de un recuerdo,

porque así es la vida, después

de haber transitado

por la oscuridad

del abismo.

 

Pippo Bunorrotri.

 

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