03 Nov LA NOCHE
La noche, ¡oh suntuosa noche!
de eternos sueños
que fugaces se vuelven al alba,
que el mortal espera tu caricia
en el oscuro silencio,
mientras la cúpula del cielo
ilumina el divino trono del sueño,
entretanto el extravagante
reinado del día termina
y los duendes se acercan con sosiego
con sus cuadrigas de sueños;
oh noche amada
jubilosa y apenada
que cabalgas en el rudo y frío viento
rasgando nubes con sus blancas alas
cuando la luna brilla
en el crepúsculo del atardecer
y tu brisa es el beso
de una doncella desflorada.
¡Oh solemne noche!
que las primeras notas
de tu sinfonía de gracia
flotan en su soñolienta aura
mientras los ojos brillan en la ciudad
las palabras se vuelven murmullos,
las manos buscan halagos,
zalamerías del sentir,
y los rostros se inclinan sobre el sillón
impregnando suspiros al mortal
que aguarda el descanso de su batalla,
como las flores aguardan el amanecer;
carantoñas en el rostro,
lisonja en el alma son,
susurros de palabras sinceras,
mentiras inacabadas
de recuerdos concretos
anhelando que en la memoria
no se pierden.
¡Oh soberbia noche!
donde los sueños de los jóvenes
se lamentan ante la tumba del abuelo,
donde el padre aspira con ilusión vana
a que su hijo lo supere,
la medre vela el lloro insatisfecho
de su infante del alma,
y la abuela te murmura momentos del pasado;
donde el pobre vagabundo sin techo
lama las heridas de una batalla perdida
y llora la derrota de su destino,
siendo la luna testigo de sus propósitos,
la mar se calma
los ríos caminan en su silencio
y los pensamientos cabalgan
en las almas intrépidas e insensatas
desmembrando el severo día
que se ha ido en el desasosiego
del pasado presente.
¡Oh suntuosa noche!
donde se refugia la memoria
con su dulce rostro
recordando los recuerdos
de un presente pasado
construyendo un futuro incierto;
las dudas se derriten,
como la blanca nieve de las montañas,
recorriendo la ladera del olvido;
los ojos se cierran
como el cielo en invierno,
las bocas hablan de lo perdido
en los días de entre sueño
y alza su vuelo en la noche, el sueño,
por bosques, mares y océanos
quedando en penumbra
el abarrotado cuarto del poeta
que elige palabras para los versos
de una noche esquiva y vaga
en el recuerdo del poeta de la noche.
Pippo Bunorrotri.
lucesysombras
Posted at 16:41h, 03 noviembreMuy bueno pippo!!
La belleza de la noche y lo que vive en ella
admin
Posted at 01:19h, 04 noviembreGracias, feliz domingo
lucesysombras
Posted at 09:22h, 04 noviembreIgualmente