06 Dic VIVIR

Esa aciaga manía de vivir,

este capricho por vivir

en un espacio conquistado

en un tiempo que no es tuyo

sino de la vida,

donde solo eres un antojo

de la imaginación de tu mente,

que te empuja, te arrastra… Miguel

¡no lo niegues!,

a navegar por su vasto océano

convirtiéndote en capitán, patrón y marinero

de tu barco de papel.

Hoy te has mirado al espejo

y su reflejo estaba triste…

estabas solo…

aunque voces oías,

la lluvia golpea el cristal

el viento ruge…

pero estas solo

ante el triste reflejo de tú yo

que recordaba a alguien

que en el camino algo extravió.

Envías mensajes,

haces llamadas perdidas,

sonríes sin ganas,

murmuras su nombre,

extrañas sus recuerdos perdidos,

ondeas las manos tendidas,

esperando que ese extravió

coja tu mano.

Escuchas la voz de la ninfa

que te robo el cariño

es ese alguien

qué tristeza pinto en tu alma,

y las risas mueren

cuando navegas en tu barco

en la espuma de tu océano.

El recuerdo de su ultimo abrazo

aun perdura en la memoria.

Desaloja el pesar de tu espíritu,

esconde en la sombra de tus palabras

la congoja que te carcome,

ríete en tus estrofas,

llora en tus versos,

para que nadie diga

que ese reflejo triste, eres tú.

Te atormentan los días.

Te culpan las noches,

la vida te duele…

tanto te duele

que te irrita la impaciencia…

¿Dónde vas?

Si la vida es tu capricho,

tú antojo, en ese tiempo

que solo es tuyo,

aunque no te lo parezca.

Pippo Bunorrotri.