18 Dic EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE
Salgo a la oscuridad de la noche fría
buscando mis versos en la lejanía,
pues se han adentrado en el laberinto
de sensaciones y emociones de un hombre
enfrascado en una lucha con su mente
donde un ejército de dudas
se desliza por la ladera de su conciencia.
Y en esa oscuridad
con la soledad de su sombra
y el silencio de su tiempo
se encuentra con ese extraño
escritor y poeta
que se invento
cuando de la vida se ausenta.
Con él dialoga, platica y discute,
del anhelo de su espíritu,
que es como si fuese el suyo,
que se escabulle en el viento
para tener encuentros
con el sueño de su fantasía,
como un recién enamorado,
riendo sus alegrías,
llorando sus penas,
sufriendo su vileza.
Sale a la oscuridad de la noche fría
y es ahí cuando se convierte
en el sueño de su fantasía,
que el escritor en su prosa
relata el vacío de una vida
que olvida sus añoranzas,
construyendo una existencia
que clama la venganza de un engaño
antes de que la noche
se desvanezca.
Y es ahí cuando el poeta
vence sus miedos
con sus versos,
dando rienda suelta a sus sentimientos
para sentirse, vivo y libre
volando sobre el universo de las palabras,
sin ocultar su tristeza,
su alegría, su congoja,
su amargura y el tormento
de un mundo sin vergüenza.
Es ahí en la noche oscura y fría
cuando más vivo se siente
y más quiere
que su verdadero yo
salga sin disfraz
de entre las sombras
de sus recelos.
Aunque en su alma
cicatrices deja
y las viejas supuren
por las heridas
de la nostalgia de su vida
dejando lagrimas
de amargura.
Pero siente, que vuelve a renacer
dejando pisadas que claman
libertad y confianza
para expresar lo que piensa
sin implorar perdón,
porque no puede perdonar,
ni olvidar lo que siente.
En la oscuridad de la noche desnuda su alma,
ante el escritor y poeta,
para que ellos cuenten en prosa y verso
el pesar de un hombre turbado e inquieto,
que existe y espera en la soledad de su silencio
sin ver que no es el sueño de su fantasía
sino los miedos de cada día
por tener que enfrentarse
al descaro de unos versos,
que en sus metáforas dicen lo que siente.
La oscuridad de la noche
desenreda la madeja
de las alas de ese hombre
que de la realidad se aleja,
de ese escritor, que a la realidad corteja,
de ese poeta que a ella se acerca
para abrazarla con el manto de sus versos,
que aleja, corteja y doblega,
para ser el anhelo del soñador
y el alma del escritor y poeta
que sosieguen el desvelo
del hombre que lee y sueña.
Pippo Bunorrotri.
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