BAJO UNA PERGOLA

Bajo la pérgola
de un misterioso jardín
en un apartado lugar
mis oídos escuchan
el trinar de pajaritos,
que a mi mente traen
recuerdos.

Recuerdo el aire romperse,
en mil fragmentos
ancestrales,
cuando tú figura
paseaba lentamente
cerca de mis lugares.

Recuerdo, esa tarde,
bajo esta pérgola,
a mis labios
disfrutando de besos
reales y ficticios
que solamente en,
mis sueños
tuvieron sitio.

Bajo la pérgola
el trino de los pajaritos
me traen el recuerdo
donde mi piel
se fundía con la tuya
en un único baile
a la luz de la luna,
donde el reloj de arena
de nuestro tiempo.

Su arena fina,
como descendía
al vacío,
permitiendo al tiempo
decirte una y otra vez
al oído, todo
lo que está prohibido.

Bajo la pérgola
abstraído te diviso
en cada esquina
del camino,
holograma
de belleza sutil
que mis sentimientos
satura,
con acero en frió.

Distraído bajo la pérgola
con una sinfonía
de trineos en mis oídos
intento no olvidarme
de cada centímetro
de tu rostro celestial,
vago recuerdo
se fraguo
en la distancia
que con real pasión
mi corazón atrapo
lo que nunca sucedió
paso en lo irónico
de mis versos,
en los juegos
de mi imaginación,
condenada ella
a imaginar
cada detalle
de tu ser.

Bajo la pérgola
una sinfonía de trinos
acompañan
los recuerdos
de un presente
que se transformara
en futuro.

 

Pippo Bunorrotri.

 

 

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