09 Nov EL LAMENTO DE LA ENAMORADA
Las nubes se tropiezan
en el horizonte plomizo,
la mar ruge su desconcierto,
la enamorada se sienta
en el espigón del puerto
con su triste silencio.
A sus pies desnudos
las olas rompen con rabia
mientras ella suspira
a la noche que oscurece
y se lamenta en el llanto
de sus anegados ojos.
Su corazón está apagado,
su deseo agotado
y su ilusión se diluyó
en las lagrimas de despedida
dejando la esperanza amortajada.
Ha vivido,
ha amado
y saboreado la dicha
del amor desaforado,
y ahora solo le queda
la tierna fantasía
del recuerdo.
Estéril es su dolor
Como estériles son
las lagrimas derramadas,
pues los muertos
no recuerdan sus sueños.
Su pena puede calmar
ante las olas batientes del mar
y con su rugido infundir ilusión,
pues ellas rompen y se van
en busca de otro espigón
donde dejar las penas
las penas de su nueva desesperanza.
Por eso ahora
que el amor no es condena,
ni sus placeres pena,
solo recuerdos del ayer,
grítale al silencio
tu nuevo deseo.
Aunque…
estéril sea tu dolor.
Aunque…
estéril sean las lagrimas derramadas.
Aunque…
los muertos sus sueños no recuerden.
Ningún remedio es suficiente
para el corazón abandonado
pues en este solo hay
tragedia y tortura.
Pippo Bunorrotri.
losrelatosdemoises
Posted at 19:22h, 09 noviembreDale caña You!!!
admin
Posted at 23:14h, 09 noviembreGracias
Rubén Garcia García - Sendero
Posted at 00:32h, 10 noviembrebueno Pippo
admin
Posted at 01:48h, 10 noviembreGracias