21 Oct SOLEDAD Y SILENCIO

Odio la algarabía y el desenfreno

de una ciudad sin brida

que en la juventud fue alegre alborotó,

en la madurez confusión

y ahora en la nebulosa ambigüedad

me hace tanto daño como puede;

desearía liberarme de su ruido

y del caos de du día a día

donde sus estadistas se regocijan

como porcunos despreocupados.

Quisiera peregrinar libre

por el fresco labrantío

de sus aromas de antaño

en compañía de mi sombra,

y ver en soledad

el averno de los astros,

y las tinieblas de un mundo

que sin cesar

abrazan el abismo de su juicio.

¡Oh silencio!…

llevadme en vuestro carruaje caliginoso

a la oscuridad mas solitaria,

adorado lugar de mis sueños,

donde pueda contemplar

los recuerdos más hermosos

y apreciar los colores olvidados

que conforman

el arco iris de mi vida.

Adiós a la prosa

a los versos calenturientos

encubiertos en las metáforas

de unas estrofas desechas

en las sombras

de unas palabras segadas

de un mundo incierto.

Adiós al deseo

y a la pasión secreta

de unos sueños escritos

de un sociedad desvanecida,

mas permite quedarme

con la voz de una mujer,

el ser mas cuerdo de los seres,

y con la mirada

de su rostro inquieto,

que con su sedosa melodía

deleite mi espíritu travieso

que se compadezca

de mi corazón rebelde

que en la soledad

y el silencio

busca lo que no encuentra

en la ciudad sin brida.

Pippo Bunorrotri.